Gota fría
Al verdadero temporal que azota en España desde hace varios años debiéramos ponerle su auténtico nombre de una buena vez, se llama Pedro Sánchez y su gobierno. Pedro Sánchez es la gota fría siniestra, el advenedizo que nadie esperaba, el elemento bestial y demoledor de ambición y discordia.
Perdón, sé que la tragedia real no merita que se le desplace a un segundo plano, pero es que, inclusive, situándola donde debe ir, en el primer orden, hemos podido constatar el nivel de ignominia de Sánchez y sus ministros, lo que no debemos pasar por alto.
Tres días estuvieron los españoles abandonados a su suerte. Casi cuatro días sin autorizar a las fuerzas principales del país en caso de emergencia. Los muertos flotaban, el hambre y la sed se extendió, el pillaje comenzó. El horror se amparó de varias ciudades y pueblos. El dictador atinó a bajarse de un helicóptero y, tras echar una parrafada hueca durante 30 minutos, se largó por donde mismo vino, subido soberbiamente en el helicóptero; no pisó el barro, ¡qué va! No, señor, porque miren ustedes, lo........
© La Gaceta
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