La utopía de la diversidad
La identidad, más que una deriva cultural, ha sido un surtidor de riqueza, contradicción y odio.
De riqueza toda vez que la aglutinación de pareceres, detrás de un mismo objetivo, ha hecho el camino más próspero para todos. Junta y da sentido social.
De contradicción también porque han existido tensiones que en la historia han terminado en dos tipos de nacionalismo: el étnico y el cívico. El primero, casi siempre fue el detonante de las guerras en el siglo veinte y, ahora, con la idea de los pueblos elegidos o de la supremacía, genera dolor en todos los rincones de la tierra.
El nacionalismo cívico, propio de naciones como Estados Unidos o Canadá, se ha ido transformando en la diferenciación de las razas, concepto inexistente, que nos pone ante una evidencia........
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