Digna Ochoa, memoria viva en América Latina
“Un defensor de derechos Humanos es aquel se interesa por los derechos de los otros.»
Digna Ochoa
En mi memoria encontré la canción “Dignificada”, de la cantautora oaxaqueña Lila Downs, incluida en su álbum de 2004 Una sangre. Esta pieza está dedicada a la abogada defensora de derechos humanos Digna Ochoa, ampliamente reconocida por su labor en defensa de los derechos humanos y galardonada con diversos premios internacionales.
Digna Ochoa fue encontrada sin vida en su despacho, ubicado en la calle Zacatecas 31 de la colonia Roma, la tarde del 19 de octubre de 2001. Es importante subrayar que ella nunca manifestó intención alguna de quitarse la vida, como intentaron sostener ciertos informes de la Procuraduría mexicana, los cuales resultaron amañados y desvirtuaron la verdad de lo sucedido.
I. Violencia sistemática contra la abogada Digna Ochoa
Allá en la noche un grito y se escucha lejano cuentan al sur es la voz del silencio… Lila Downs
La violencia directa contra Digna Ochoa adopta una dirección rizomática, enlazándose de un nodo a otro en su existencia: su labor comprometida en la defensa de los derechos humanos y su acción política. Durante varios años, trabajó en casos en los que estaban implicados funcionarios de la Procuraduría General de la República y miembros de las fuerzas armadas, señalados por graves violaciones de derechos humanos.
Ante su asesinato, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) intervino, subrayando la gravedad del caso. Es necesario recordar que los hechos atroces contra Digna Ochoa no se reducen a su muerte, sino que se desarrollaron mediante un modus operandi de violencia sistemática que incluyó acoso, tortura, secuestro, intimidación y hostigamiento.
Esta estructura rizomática se fundamenta en un modelo criminal estatal de carácter nodal, que no solo marcó el cierre del siglo XX, sino que persiste en el siglo XXI bajo un patrón de exterminio sistemático dirigido contra defensores y defensoras de derechos humanos en México y en diversos países de América del Sur y Centroamérica.
A Digna Ochoa, sobre su compromiso como defensora de derechos humanos, se le direcciona una violencia sistemática, en primer lugar, se dirige un secuestro hacia ella el 9 de agosto de 1999, y seguidamente recibe amenazas de muerte en septiembre de 1999 en la sede del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, una asociación civil sin fines de lucro fundada en 1988 (PRODH). En este trayecto de orden subterráneo, pero visible en la materialidad de Digna Ochoa, ella soportó actos de intimidación, persecución y sistematización de manera progresiva y frecuente; concretándose por parte de sus victimarios el 5 de octubre de 1999 actos de intimidación y hostigamiento contra ella y los miembros del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez. Es una violencia que emerge de manera multimodal durante 1999, según un informe la noche del 28 al 29 de octubre de 1999 individuos no identificados allanarían su domicilio y tras interrogarla durante 9 horas, la abandonaron dejándola atada cerca de una botella de gas abierta.[1]
La violencia desplegada contra Digna Ochoa emergía de forma multimodal. Según informes de la época, entre la noche del 28 y el 29 de octubre de 1999, individuos no identificados allanaron su domicilio, la........© Kaos en la red
