El mundo digital y la inteligencia artificial: ¿hacia dónde nos llevan?
Patrón: “Time is money, m’hija. Con la inteligencia artificial se gana tiempo.”
Trabajadora: “¿Y de qué me sirve ‘ganar tiempo’, patrón?”
Este texto es una docuficción.
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Saanvi P., famosa periodista de India, habitualmente conocida en Occidente como “la abogada del diablo” por sus profundas y demoledoras entrevistas, reporteó a la Dra. Zahira K., también de la India, pero radicada desde hace tiempo en Occidente. Zahira trabajó en dos de las grandes tecnológicas de Silicon Valley (las conocidas como Big Tech), siendo despedida en ambos casos por sus posiciones beligerantes y de denuncia. Ahora es catedrática en una prestigiosa universidad estadounidense, y aporta como profesora invitada en India y en Gran Bretaña. Defiende una visión crítica del mundo digital y la inteligencia artificial, los ámbitos donde ella se mueve, siendo reconocida como una de las personas más preparadas en el mundo al respecto. Saanvi P. la entrevistó en la ciudad de Mumbai, la tierra natal de las dos, en idioma hindi. Por cortesía de la periodista, hoy nos permitimos presentar aquí la versión en español. No tiene desperdicio lo expresado por la doctora en informática, mostrando siempre una visión sumamente crítica del desarrollo de estas nuevas tecnologías, leyendo el fenómeno en clave marxista.
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Entrevistadora: Doctora: el mundo del futuro, que ya está presente hoy, pareciera llevarnos sin retorno por el ámbito de la virtualidad y la inteligencia artificial. En realidad: ¿hacia dónde nos lleva esto? ¿Qué nos puede decir al respecto?
Doctora Zahira K.: Efectivamente, todo eso llegó para quedarse, y no parece tener marcha atrás. Como toda nueva tecnología, bienvenida; pero conviene hacer algunas precisiones sobre esta nueva modalidad, porque sí, en realidad, está construyendo un nuevo mundo que hay que considerar con ojos críticos. Precisemos: por un lado, tenemos las tecnologías digitales. Las mismas constituyen el conjunto de herramientas, sistemas y dispositivos varios que se mueven con códigos binarios (0 y 1, luz encendida y apagada), y no con tecnología analógica. Esta última representa información mediante variaciones continuas de una señal, como voltaje, corriente o frecuencia. Las tecnologías digitales, por el contrario, permiten mayor precisión y fiabilidad en el almacenamiento, procesamiento y transmisión de datos, siendo menos susceptibles a interferencias, más fáciles de procesar y de manipular. Por eso se han impuesto. Las tecnologías digitales las encontramos en computadoras, tabletas, teléfonos inteligentes, internet de las cosas, en las aplicaciones y redes sociales que funcionan en el marco de la super red de redes que es el internet, y definitivamente han revolucionado -y siguen haciéndolo- la forma en que vivimos, en que trabajamos y nos comunicamos, en que estudiamos y adquirimos conocimiento, la convivencia entre seres humanos, la manera en cómo nos divertimos, compramos y vendemos, nuestra relación con el sexo a través de las páginas de pornografía o de citas y un largo etcétera, permitiendo así la automatización de muchísimos procesos, la gestión de grandes cantidades de datos y la creación de nuevas y variadas formas de interacción social. En otros términos: estamos aquí ante una acumulación fabulosa de datos, lo que se conoce en inglés como big data. Uno de los aspectos más significativos, más especialmente importante del mundo digital, es el internet, que pasó a ser su columna vertebral. Desde sus albores con el ARPANET en la década de los 60 del pasado siglo como un elemento del mundo militar -ante la posibilidad de una devastación nuclear, para no perder el contacto entre la comandancia y las fuerzas operativas-, su evolución ha sido meteórica, y hoy dos tercios de la población mundial está conectada a esta red. La llegada de los teléfonos móviles llamados inteligentes y la posibilidad de conectividad tan fácil al internet por medio de ellos, abrió toda una modalidad civilizatoria nueva, quizá tan importante en la historia de la humanidad como, en su momento, el dominio del fuego, la aparición de la rueda, de la agricultura, o de los metales, y luego la revolución industrial. A esto, y tomando la pregunta que me hizo, hay que articular la inteligencia artificial. La relación establecida entre la misma y el mundo digital es muy estrecha, digamos que sinérgica (del griego clásico: “trabajo en conjunto”). Es decir: se retroalimentan mutuamente, y al crecer uno crece simultáneamente el otro polo. Digamos que el todo es algo más que la simple suma de las partes. Pero definamos claramente qué es la inteligencia artificial: es un campo de la informática enfocado a crear sistemas o máquinas capaces de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana. La inteligencia artificial se articula con el mundo digital por cuanto que se alimenta de grandes volúmenes de datos (imágenes, textos, sonidos, etc.), los cuales existen gracias a la digitalización, siendo que el internet, y la inconmensurable cantidad de datos que contiene, permite entrenar modelos de inteligencia artificial, para luego desplegarlos globalmente. Digamos que la inteligencia artificial impulsa la evolución del mundo digital. Para decirlo rápidamente: la inteligencia artificial busca replicar la inteligencia humana, ya se centrándose en la generación de nuevos contenidos (lo que llamamos inteligencia artificial generativa) generando nuevos contenidos a partir del análisis de datos ya existentes, o impulsando la inteligencia artificial general, que busca crear sistemas con capacidades cognitivas similares a las humanas, capaces de realizar cualquier tarea intelectual, incluso con más precisión que la humana. ¿Está claro esto?
Entrevistadora: Creo que sí. Lo importante es que nuestro público lo entienda, y su explicación me parece muy bien, muy puntual y esclarecedora, complicada porque el tema es complicado, pero presentado de una manera digerible para quienes no somos expertos. Ahora bien, y a partir de todo eso que nos dijo, esa inteligencia artificial y el mundo que está ayudando a construir, ¿nos trae beneficios o nos crea problemas?
Doctora Zahira K.: Partamos por decir muy afirmativamente que todo esto sí nos trae beneficios. Como todas las nuevas tecnologías que van apareciendo en la historia, lo digital, la inteligencia artificial y la robótica que se desprende de todo ello, nos otorgan enormes beneficios, y por supuesto, vale mucho la pena aprovecharlos. Digámoslo sin temor: la inteligencia artificial tiene muchas ventajas sobre la inteligencia de los seres humanos, pues puede procesar información a la velocidad de la luz y llevar a cabo tareas específicas sin distraerse, sin equivocarse, prediciendo resultados futuros de innumerables procesos, dado que tiene una capacidad de ver ángulos de los fenómenos que se nos escapan a los mortales humanos. Resuelve problemas mucho más efectivamente que nosotros, nos da muchísimas opciones que, cognitivamente, no se nos hubieran ocurrido, nos ahorra trabajo, en tareas repetitivas y rutinarias no tiene errores ni se cansa, nos ayuda a estudiar, a descifrar enigmas que no acertamos a comprender. Por eso decíamos que todo esto está creando un nuevo mundo, una nueva forma de vivir, una nueva cultura que, por supuesto, nos facilita y mejora la calidad de vida. Por dar solo algunos ejemplos, sin dudas ya conocidos: trabaja mejor que un humano, nos ahorra esfuerzos, nos pone en nuestras manos capacidades antes impensables, nos sirve para predecir el clima, saber por dónde viajar con mayor facilidad ahorrándonos atascos, traduce a la perfección cualquier lengua, puede identificar a una persona con una facilidad fabulosa en medio de una multitud, nos ayuda en las prácticas de la salud para que estemos más saludables ahorrándonos sufrimientos, puede prevenir infinidad de acontecimientos catastróficos, y un casi interminable etcétera. ¿Cómo podríamos decir que todo eso no nos mejora la vida? ¡Por supuesto que lo hace! En China, por ejemplo, se acaba de abrir el primer centro comercial del mundo dedicado exclusivamente a la venta de robots. “Robot Mall” se llama el emprendimiento, ubicado en Yizhuang, el distrito de alta tecnología de Pekín, conocido igualmente como Beijing E-Town. Existen más de 100 modelos distintos de humanoides ofrecidos que, por precios no mayores a 300 dólares, sirven para infinidad de cosas, como mayordomos mecánicos, réplicas hiperrealistas de personajes históricos, robots músicos capaces de integrar bandas completas, ayudantes en las más diversas tareas, y no me extrañaría que, igualmente, robots de uso sexual, hombres y/o mujeres, o todas las posibles combinaciones, dispuestos a satisfacernos en nuestros más intrincados y voluptuosos deseos. También los hay muchos más caros, con un perfil dedicado a la atención de salud, con capacidades de contribuir en la ciencia. Lo que quiero decir es que estos fabulosos ingenios, que combinan lo digital con la inteligencia artificial y la robótica de avanzada, ya están disponibles para hacer el día a día más ameno, más llevadero. ¿No es un beneficio todo eso?
Entrevistadora: ¿Y no hay ningún aspecto negativo en todo esto?
Doctora Zahira K.: Entramos aquí en un tema arduo, complicado. La fabulosa creatividad humana creó la computadora y el robot, el internet y el prodigio de la inteligencia artificial, pero no sabemos los alcances finales de todo eso, si podrán terminar manejando a la especie humana, o si eso no puede pasar de ciencia ficción catastrofista. Creo que este nuevo mundo que ya se abrió nos pone ante problemas. Usted lo preguntaba de esta manera: ¿hacia dónde nos lleva todo esto? Yo diría que son dos los problemas. Permítame explayarme. En la película “2001: Odisea del espacio”, de Stanley Kubrick, realizada en 1968 cuando recién empezaba a perfilarse todo este mundo y veíamos la serie estadounidense “Los supersónicos” como un preámbulo del futuro -¿se acuerdan de Robotina, por ejemplo, de las aceras que se desplazan, de vehículos voladores que, oprimiendo un botoncito, se convierten en un maletín?-…., pues bien, tanto en esta serie, pero fundamentalmente en la película de marras, la inteligencia artificial finalmente se muestra más inteligente que la humana y termina suplantándonos, tomando el control de las cosas. Al menos en esa........
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