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¿Por qué se nos hace tan difícil reaccionar?

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01.11.2025

Es momento de entrar en una nueva etapa, otro reto, y ¿por qué no?, sacar a los zurdos de mierda y mandarlos a chingar a su madre”.

Ricardo Salinas Pliego, multimillonario y posible candidato presidencial en México

Al zurdo de mierda no le podés dar ni un milímetro, porque lo usan para destrozarte. No se negocia con esa mierda”.

Javier Milei, presidente de Argentina

Lo que algunas décadas atrás parecía un camino directo y despejado hacia una sociedad post capitalista, hoy día ha quedado clausurado. No digamos absolutamente sucumbido, terminado de una vez, enterrado para siempre. Pero sí, sin dudas, obstruido. Ese camino ha encontrado muy poderosos obstáculos que tornan difícil seguir avanzando. ¿Habrá que desistir de la lucha, desechar lo ideales de cambio o, cobrando nuevas fuerzas, tomar rutas alternas entonces? ¿Cuáles? ¿De qué manera? En todo caso, ¿cómo superar esas sólidas barreras que se han alzado, sabiendo que el sistema, aunque se muestre victorioso ahora, no da salida a la humanidad? No olvidar nunca -eso nos debe dar esas fuerzas que hoy parecen faltar- que ahora apenas un 15% de la humanidad tiene acceso a satisfactores dignos, mientras el 85% restante pasa grandes penurias.

Durante la primera mitad del siglo XX el discurso contestatario y anticapitalista fue tomando cada vez más fuerza. Todo ello permitió que en una buena cantidad de países se pasara a construir nuevos modelos sociales; es lo que llamamos socialismo. Para la década de 1970 aproximadamente un tercio de la población mundial vivía en países que, con diferencias y estilos muy propios en cada caso, pero todos con un común denominador, caminaban por una senda que apuntaba a superar el capitalismo. Ahí estaban la Unión Soviética, la República Popular China, Vietnam, Laos, Camboya, Cuba, Nicaragua, Corea del Norte, el este de Europa (países signatarios del Pacto de Varsovia), varias jóvenes repúblicas del África que comenzaban a romper sus cadenas coloniales (Burkina Faso, Congo, Angola), el socialismo árabe, Afganistán. En sintonía con eso, en numerosos puntos del globo se sucedían numerosas y variadas luchas sociales, con un ideal antiimperialista buscando siempre propuestas que condujeran al socialismo. Ahí estaban las insurgencias guerrilleras, los sindicatos combativos, los movimientos sociales y estudiantiles, la Teología de la Liberación de la iglesia católica, un despertar anticolonial y numerosas manifestaciones que prometían un nuevo futuro.

Pero el sistema capitalista reaccionó. Una suma compleja de factores hizo que esos movimientos emancipatorios fueran reduciéndose o extinguiéndose. La caía de la Unión Soviética -sin dudas una tragedia para la causa popular- fue factor determinante en esta retracción que vivimos en la actualidad. Hoy, medio siglo después de aquella época, buena parte de la humanidad pareciera caminar en sentido contrario. O la hacen caminar, más correctamente dicho: se pierden conquistas laborales y sociales conseguidas con años de lucha y sacrificio, se retrocede en el ámbito de derechos conseguidos, se termina glorificando a los propios verdugos a quienes se puede elegir alegremente en una elección poniendo mandatorios de ultra derecha, se fomenta en forma creciente el supremacismo y el racismo xenofóbico, se avanza hacia planteos neofascistas que parecían........

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