Cómo odiar a Cuba sin despeinarse
Desenmascarar, con sátira e ironía, la narrativa manipuladora de quienes dicen haber sido víctimas de la Revolución Cubana mientras difaman su esencia solidaria y su pueblo, especialmente cuando afirman haber sido médicos, pero se expresan con desprecio e inhumanidad.
1. Nacimiento en Cuba.
Tuviste la mala suerte, de nacer allí, donde se tiene educación y salud gratis es una herida que algunos, como tú, nunca superan. Donde la esperanza colectiva se convierte en resentimiento individual cuando el amor se convierte en odio para poder emigrar.
2. Cumples misión voluntariamente.
Y no cualquier misión: ¡una donde se salvan vidas, se aprenden idiomas y se camina por barrios que no salen en las postales! Pero como no hay bufé libre ni propina en dólares, se grita “esclavitud” con la furia de quien confunde solidaridad con servidumbre.
3. Recibes salario, estúpendio.
Lo gastas, lo disfrutas, lo celebras… y luego lo niegas. Porque el dinero no vale si no viene con la firma de un banco extranjero y el sello del capitalismo salvaje. Aunque con ese mismo dinero hayas comprado un aire acondicionado y un par de zapatos de cuero sintético.
4. Regresas y te vas.
De vuelta en la isla, maldices el sistema. Te vas “por tus medios” y te reinventas: ahora eres víctima, no de un bloqueo genocida, sino de una Revolución que te dio más años de........
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