Diabólico parque de atracciones
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. / Ohad Zwigenberg / AP Photo
Ese sátrapa llamado Netanyahu, sobre quien pesa orden de arresto de la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y de lesa humanidad, sigue cumpliendo su papel en la macabra representación que ha organizado en el parque de atracciones ubicado en Gaza. El tiro al blanco lo domina muy bien y siempre se lleva premio por buena puntería. Juegan en la tómbola los palestinos. Pero nunca ganan y el primer ministro israelí lo celebra. Cientos de exoficiales se rebelan contra él y piden a Trump que ponga fin a las hazañas bélicas. La ocupación ilegal del territorio gazatí lleva desde 1967.
Donald Trump le obsequia un pastel y la Unión Europea ve, oye y alza la voz como mucho, mientras las tropas israelíes matan perfectamente. De hambre o con un pelotón de fusilamiento cuando la gente acude en busca de un mendrugo. Violan los derechos humanos, disparan en los puntos de distribución, y España y otros 24 países piden el fin inmediato de la ofensiva y de las restricciones de ayuda humanitaria. Por pedir algo.
Decenas de miles de criaturas padecen malnutrición. Y si se permite la entrada de suministros es........
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