Mazón se crece
Carlos Mazón durante una comparecencia en julio de 2025 / EFE
El president Mazón ha apretado el acelerador desde que a principios de julio se celebró el congreso nacional del PP. En términos políticos, su presencia en él fue irrelevante. Pero con frecuencia se nos olvida que, en su situación, cada día que pase en el Palau, cada semana que se cierre sin que desde Génova alguien le cuente a la prensa de Madrid la enésima operación para desterrarlo sin acertar, cada mes que transcurra sin que la oposición externa sea capaz de articular una estrategia coordinada que le acorrale en las Corts y la interna siga bajo control, sin señales de amotinamiento salvo por el molesto quiero y no puedo de Camps, es un triunfo hercúleo.
Mazón dedicará agosto, si agosto se lo permite, a terminar de despejar las dudas sobre la profunda remodelación del Consell que quiere acometer y a ultimar una agenda que le permita recuperar la institucionalidad. La renovación del Consell es un secreto a voces, aunque a los consellers se les ha dicho que pueden irse de vacaciones tranquilos: en septiembre seguirán en el cargo que ahora ocupan. El detonante de los cambios será la salida prevista del vicepresidente Gan Pampols. El teniente general en la reserva dijo desde el primer día que él venía a cumplir una misión y que, cuando considerara que ésta estaba realizada, se iría. Recientemente, repitió la tesis en una entrevista en À Punt y dejó claro que ese suceso se producirá entre el último trimestre del año y el primero de 2026.
El president podría haber optado simplemente por darle el condiós a su vicepresidente, con el que la relación ha sido compleja y hoy es profesional. Pero quiere aprovechar la coartada para nombrar un nuevo Consell que traslade la imagen de que el Gobierno de la Generalitat ya no está paralizado en el 29 de octubre de 2024, sino que está activo y se dirige con fuerza a las © Información
