Tópico o típico
Teatro Principal de Alicante. / A. L. Galiano
Existen algunas o bastantes diferencias entre estos dos adjetivos. El segundo de ellos nos sirve para determinar las peculiaridades de algún país o época, y diremos que entonces las señoras para vestir era típico utilizar miriñaque o polisón y los caballeros chistera o bombín. Así como exclamar que en ese u otro país es costumbre o típico abusar de los «habaneros» muy picantes como guarnición en las viandas. Y podremos darle mucho juego como adjetivo en numerosas ocasiones, diciendo que es típico esto o aquello, e incluso bailar sevillanas en la Feria de Abril en las casetas o pasear por el Real cabalgando una yegua enjaeza; es típico. Sin embargo, el que dicha Feria de Abril en Sevilla se celebre en este año del día 6 al 11 de mayo es atípico.
Por el contrario, con el otro adjetivo, nos encontramos con más acepciones que resultan también familiares, como trivial o vulgar al repetir una expresión reiterativamente.
Y siguiendo con el adjetivo tópico, a veces en su acepción médica la reconocemos como un producto para aplicación local y externa. Es decir: una pomada o un ungüento. Y rizando el rizo, podríamos pensar que algunas personas son como un tópico por la coba que dan. Por eso, hay veces que protestamos como con ese «no me des más pomada». Con lo cual esa persona es un tópico, y si asimismo es él quien se aplica la coba reiterativamente resulta que termina siendo un tópico-típico. Por desgracia conocemos a muchos de ellos. De igual forma que la concepción sobre España y lo típico de ella en el extranjero puede dar lugar a algo tópico, y se nos vea cargado de guitarra, taconeando, vestidos de torero y las señoras con una faca en la liga. Creo que esto último termina siendo un tópico por la reiteración de esa imagen no del todo real. Pues yo al menos lamento no saber tocar el instrumento de seis cuerdas con caja insinuante de madera, y más que de torero si tuviera que vestir y taparme con castoreño debería hacerlo de «picaor». Aspectos todos ellos que como tópico por su reiteración estarían muy cerca de la «España de pandereta», que no hay que confundir con el sentido de aquellos versos del poeta Manuel Machado en El mañana efímero que nos dicen: «La España de charanga y pandereta,/ cerrado y sacristía,/ devota de Frascuelo y de María,/ de espíritu burlón y de alma quieta,/ ha de tener su mármol y su día,/ su........
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