Control difuso o la opinión del juez
En un Estado Constitucional de Derecho no debería haber espacio para que las arbitrariedades, que siempre ocurren porque son inherentes a la condición humana, prevalezcan por encima de los principios y de la racionalidad. Un instrumento eficaz para lograr ese propósito es la separación de poderes, entendida en su particular complejidad: el sistema otorga a cada órgano constitucional determinadas funciones, pero al mismo tiempo, establece procedimientos para que diversos controles políticos y jurídicos frenen las posibles injusticias que esos órganos constitucionales puedan cometer en el ejercicio de sus atribuciones. Obviamente, esta idílica arquitectura constitucional se concretará de forma coherente con la cultura política de cada sociedad, debiendo asumir responsabilidades los elegidos y los electores, por igual.
Se explica así que el principio de soberanía popular haya quedado matizado por el de supremacía........
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