En el entorno empresarial actual, la diversidad ha dejado de ser un tema aspiracional para convertirse en una palanca crítica de adaptación y desempeño. Hoy sabemos que los equipos diversos no solo responden mejor al cambio, sino que lo comprenden con mayor profundidad, porque lo interpretan desde trayectorias, edades, entornos y formas de pensar distintas. Esa riqueza impulsa una toma de decisiones más acertada, oportuna y humana.

Y esto no es opcional. La capacidad de adaptación ya no sólo es una ventaja competitiva: es una condición necesaria para operar con claridad en un contexto donde cualquier evento económico, político o social tiene efectos inmediatos sobre la dinámica interna de las organizaciones.

Sin embargo, esa dinámica muchas veces aborda la diversidad desde la superficie: se comunica en campañas o se celebra en fechas clave, pero rara vez transforma de fondo la manera en que se lidera, se motiva o se reconocen los aportes individuales. La diversidad, para generar valor, debe integrarse en las decisiones, no quedarse en el discurso. Y........

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