El riesgo no es que la IA fracase en lo técnico, sino en lo estratégico
Este verano estuve de vacaciones y trabajo en España y me llamó la atención un encabezado en un periódico vasco: “Tres de cada 10 proyectos de Inteligencia Artificial en empresas españolas se han cancelado porque terminan fracasando”. La razón principal: no saber cómo aplicarla.
Esa nota me dejó pensando si en México existiera un dato equivalente. No encontré una cifra oficial, pero en mi experiencia como consultora sospecho que el porcentaje podría ser incluso mayor. Aquí, la narrativa dominante es que “estamos adoptando IA más rápido que nunca”, pero pocas veces se habla de cuántos proyectos realmente se consolidan y generan valor.
El crecimiento del uso de IA en México es innegable. De acuerdo con el reporte “La era de la IA en México, Panorama, Tendencias y Datos 2024”, elaborado por Banco Santander y Endeavor, el número de compañías de IA en el país aumentó 965% en los últimos 6 años, alcanzando 362 empresas activas y más de 11,000 empleos especializados. Este boom ha atraído más de 500 millones de dólares en inversión, posicionando a México como un referente regional.
Pero cuando hablamos de impacto, las cifras cambian de tono. Según el estudio Unlocking AI’s Potential in Mexico de AWS: 72% de las empresas mexicanas que han adoptado IA se mantienen en un uso básico, enfocado en eficientar procesos o en tareas rutinarias con chatbots públicos, sin llegar a innovar productos o servicios. 16% han avanzado a un nivel intermedio, integrando IA de manera más transversal y mejorando la experiencia del cliente. Pero solo........
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