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Aproximaciones para estimar el déficit

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27.09.2025

La información de la actividad financiera, y, sobre todo, la que generan las finanzas públicas, no sólo no es oportuna, sino que tampoco es completa, ni confiable. Se han derruido los generadores de datos fidedignos, y con ello, todo es especulación y pronóstico reservado. En realidad, el problema es mucho más profundo de lo que hoy atisban algunos analistas, que siguen tomando en serio la información que aparece en boletines oficiales, la cual, sólo se parece a la que antes se producía por verdaderos expertos. Las encuestas del banco central y la recopilación de datos que hacía el Inegi el siglo pasado, hoy no encuentran efectivo sustituto. No nos equivoquemos, esas instituciones desaparecieron, hoy vemos oficinas que sólo mantienen artificialmente el mismo nombre, pero que distan mucho de aquellas que en algún momento gozaron de prestigio. Quienes hacen análisis de la evolución económica están más en el terreno de las apuestas, que del pronóstico informado.

Hoy, todo mundo parece haber alcanzado un consenso con relación al nivel de déficit público, el cual, está más acercado a una suposición, que al producto de un sesudo cálculo. Se dice que el déficit rondará el 4%, y, partir de ese dato, se suman o restan algunas décimas, pero la verdad es que la información sobre el pre-cierre hacendario del mes de agosto es incompleta. Parte de asunciones y conjeturas que se parecen más a un discurso político electoral, que a un diagnostico que nos dé con precisión un detalle sobre la efectiva condición de los pasivos, gastos y erogaciones del sector público, y, ya no digamos de los cada vez más exiguos ingresos oficiales. Lo que, si sabemos, es que difícilmente podrán sufragar el enorme asistencialismo heredado de la pasada administración.

Es claro que la elevación de impuestos, disfrazada de orientación del consumo, promete importantes aumentos recaudatorios, pero, a diferencia de la tributación ordinaria, se recarga en el consumo de bienes a los que, la imposición de gravámenes en el pasado siempre ha derivado en un profundo sesgo hacia el fomento del contrabando o a la comercialización........

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