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Toda estrategia de sostenibilidad debe incluir la biodiversidad

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18.07.2025

Durante años, el debate corporativo en torno a la sostenibilidad se ha centrado en el cambio climático, las emisiones y la eficiencia energética. Sin embargo, otro desafío igual de urgente ha empezado a ocupar un lugar central: la pérdida acelerada de biodiversidad. Esta crisis, aunque menos visible en la agenda empresarial, está erosionando la base ecológica que sostiene el funcionamiento de sectores enteros de la economía.

Lejos de ser un tema exclusivamente ambiental, la biodiversidad está profundamente entrelazada con los sistemas productivos. Más del 50% del PIB global depende directa o indirectamente de servicios ecosistémicos como la polinización, el control biológico de plagas, la disponibilidad de agua dulce o la fertilidad del suelo. La desaparición de estos servicios no solo amenaza la conservación de especies, sino que compromete la estabilidad operativa de miles de empresas.

A pesar de esta dependencia estructural, muchas organizaciones aún no han incorporado una perspectiva estratégica sobre biodiversidad en sus modelos de negocio. En parte, esto se debe a que los impactos sobre la naturaleza han sido históricamente externalizados, y sus consecuencias económicas solo ahora comienzan a hacerse evidentes. El deterioro de los ecosistemas, la fragmentación de hábitats y la reducción de especies no solo afectan a industrias extractivas o agrícolas; también tienen implicaciones profundas para sectores como alimentos, farmacéutica, energía, moda, infraestructura y turismo.

Las razones para actuar no son únicamente ecológicas. Ignorar la degradación de la naturaleza expone a las empresas a múltiples riesgos: escasez de insumos clave, interrupciones en la cadena de suministro, incremento de costos operativos, conflictos socioambientales, sanciones regulatorias y pérdida de acceso a mercados con exigencias ambientales crecientes. Todo ello........

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