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Certeza y no conjeturas

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Esta semana se vivió un intenso debate sobre la posibilidad de anular la elección de quienes ahora encabezarán el máximo órgano del Poder Judicial: la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

El centro de la controversia giró en torno a la presunta estrategia ilegal, coordinada y generalizada basada en la distribución de los llamados “acordeones”. Para algunos, esta supuesta maniobra habría sesgado el voto ciudadano y, por ende, alterado de manera sustancial el resultado de la elección.

Es comprensible que, desde distintos sectores, se tuviera la expectativa de que el Tribunal Electoral examinara de oficio la regularidad del proceso, o bien, que supliera las imperfecciones de los medios de impugnación; pero hay que decirle a quienes tienen esa percepción que ni la Constitución, ni las leyes en materia electoral que rigen la función nos dan tales atribuciones. Lo que sí puede esperarse es que el Tribunal decida conforme a la “verdad probada” en el expediente.

Cuando se........

© El Universal