Crece el rechazo al montaje político judicial contra el expresidente Uribe. En la peluquería señorera opinaron que resultaron de mala memoria, sosos y repetitivos los "geniales testigos" que importaron para aplastar al exmandatario Álvaro Uribe. Fatal el señor Monsalve, se enredó en la telaraña de mentiras que quiso recitar. Igual fracaso tuvo el abogado Héctor Romero, el que entregó, engañando a la autoridad, un reloj grabadora al testigo Monsalve para cometer actos canallescos. ¿Se hará el abogado Romero una honrada autocrítica por esa vergüenza? Ojalá se la haga, dormiría mejor.