El arte, a la calle
El arte y la cultura, cuando están en el espacio público al acceso de todo el mundo, por fuera de museos y teatros, se vuelven parte del ADN de la vida cotidiana de la ciudadanía, y se convierten en un bálsamo para acercar diferentes, distensionar el ambiente y moldear la forma como se desempeñan las sociedades. Un concierto abierto al público tiene la capacidad de hacer que el ánimo pase del malestar y la crispación al entusiasmo y la conexión emocional, tal como ocurrió en el Festival de Woodstock de 1969. Grafitis en muros a cielo abierto tienen la capacidad de transformar los espacios públicos en sitios de encuentro, como sucede hoy en Wynwood, en Miami, o en la comuna 13 de Medellín.
El arte es una forma de expresión muy poderosa que permite a quienes lo hacen manifestar aquello que sienten, piensan y viven. Al ser un vehículo que les posibilita a las personas sacar lo que tienen dentro, se convierte en medicina para el corazón y........
© El Tiempo
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