En un artículo anterior, había profundizado sobre los candidatos políticos jóvenes, que enarbolan la bandera de la edad para mostrarse como renovación y cambio, pero que en realidad tienen artimañas como los viejos políticos y peor aún, son usados como marionetas de los que están en la cúspide de los partidos. Sin embargo, había quedado una pregunta al aire: ¿hay alguna forma de matar a la vieja política, la vieja serpiente, que muda su piel, colocando candidatos jóvenes para sobrevivir? Y en tal artículo, se daba una afirmación tácita: sí, es posible. Y ahora toca desarrollar tal afirmación: para comenzar, es posible terminar con tales mentes, dejando de lado a la sensiblería. Es decir, el recurrir a generar compasión por una historieta trágica de pobreza, de superación personal o de sufrimiento emocional. Es tan común que los candidatos más jóvenes, usan esta artimaña tan ridícula, para generar una admiración, no por su inteligencia, no por su capacidad personal, sino por las desgracias, humillaciones y sufrimientos que “dizque” pasaron en sus sufridas vidas, mostrando así, la posibilidad de superación. Y esto es señal de que no existe inteligencia alguna, en........

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