El asesinato del activista palestino que ayudó a grabar 'No Other Land' refleja la impunidad de los colonos en Cisjordania
Conflicto en Oriente Próximo
Lucía Feijoo Viera
Periodista y politóloga. Corresponsal en Oriente Próximo desde Beirut.
Hay rostros que se convierten en la cara visible de todo un pueblo. Nombres que engloban a miles de nombres más. Desenlaces que sirven de vaticinio para lo que les espera a los demás. Awdah Hadalin se ha convertido en el rostro y el nombre de la Cisjordania ocupada. Su desenlace, asesinado a plena luz del día por un colono israelí en la tierra de sus ancestros, es compartido por muchos que le precedieron, y aquellos que le vienen detrás. La historia de Hadalin ha destacado por encima de otras muy parecidas a la suya, porque fue uno de los palestinos oriundos de la disputada área cisjordana de Masafer Yatta, cerca de Hebrón, que ayudó a grabar el oscarizado documental ‘No Other Land’.
Sin embargo, la violencia que ha acabado con la vida de Hadalin, la misma que ha definido su vida, es compartida por la práctica totalidad de los palestinos de la Cisjordania ocupada. Unos tres millones de palestinos viven en estos territorios ocupados, junto a casi medio millón de israelíes que habitan las decenas de asentamientos ilegales según el derecho internacional. Durante los últimos años, y especialmente desde © El Periódico (ES)
