En agosto
Opinión | El ruido y la furia
William Faulkner. / La Opinión
Hemos llegado a agosto, ese mes dormido, ancho y abandonado de sí mismo, solo con las fuerzas suficientes para sentarnos ante el mar y seguir sin comprender qué es esto de la vida.
A mí en agosto el verano siempre me pilla ya agostado, mucho más ahora, en estos tiempos en que me siento, como tanta gente, invadido. En el sur que habito y que me habita las hordas de turistas toman las calles, las casas, los vecindarios enteros, las playas y la vida, y uno no sabe dónde meterse para vivir la suya sin sentirse expropiado. El © El Periódico de España
