menu_open Columnists
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close

Los límites

9 2
yesterday

Opinión | Tribuna

Higinio Marín

Los límites.

Tito Livio contó cómo Rómulo fundó Roma señalando sus límites. Con un arado abrió un surco como los que se abrían en las labores agrícolas («lira», el latín) y trazó su perímetro. Allí donde Rómulo levantaba el arado («portare») se abría una puerta y se podía entrar y salir de la ciudad. Pero el límite señalado por el surco tenía un carácter sagrado y nadie podría traspasarlo sin ser reo de muerte. Como es sabido, ese fue el caso de Remo, su hermano gemelo.

Pueden vivir dentro de la ciudad y ser ciudadanos todos los que respetan el límite. Al margen —en el margen— del límite viven los bárbaros, los sin medida o sin ley. Los vecinos solo lo pueden ser si respetan las lindes entre sí. En eso consiste la libertad como forma de vida, en respetar los límites, pues donde las lindes no se respetan, no hay sociedad civil sino guerra civil y discordia. En latín, quien allana o profana el límite —«lira»— «delirare», delira. No solo ha perdido el sentido de lo propio, de lo ajeno y de lo común, sino el sentido común mismo de la ciudadanía como forma de vida de la ciudad, la comunidad fundada por el respeto a los límites y la ley. No hay ciudad sin ley.

Como sentenció Ulpiano, la justicia consiste en dar a cada uno lo suyo. La fuerza de la ley opera allí donde cada uno no toma lo que........

© El Periódico de España