El milagro de la vida
Vuelven a parir las ceibas. Sus hojas poco a poco se van convirtiendo en motas de algodón que guardan celosas y tibias esas pepitas negras, que de pronto vuelan en copos empujados por el viento, viajando, volando, esparciendo vida.
Casi nadie mira hacia arriba. Nosotros, animales de dos patas, miramos hacia abajo, como las gallinas mierderas buscando entre la tierra. Se nos olvida mirar el horizonte, perdernos en atardeceres dorados, deslumbrarnos al amanecer, agradecer la luz de un nuevo día, mirar hacia arriba, mirar las hojas de los árboles, danzar al ritmo de la brisa vespertina.
Los trancones de carros y motos son pausas preciosas que nos da la vida para observar, para mirar esos milagros de la naturaleza. Especies diferentes, troncos........
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