Manual para querer la ciudad… y ordenarla
17 de ago de 2025, 01:16 a. m.
Actualizado el 17 de ago de 2025, 01:17 a. m.
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En nuestras ciudades, el caos no es una falla del sistema. Es el sistema. Las señales de tránsito decoran, las aceras funcionan como parqueadero VIP y los semáforos se obedecen según el estado de ánimo del día. No es que hayamos perdido la noción de orden, es que la hemos domesticado. Para un visitante, nuestra coreografía urbana parece suicida; para nosotros, es solo un lunes más.
Lo inquietante no es que ocurra, sino que de algún modo funcione. No como debería, claro, pero lo suficiente para que generaciones enteras se adapten. Aceptamos el embotellamiento como quien asume una muela torcida. Nos volvimos expertos en esquivar huecos, leer los tiempos del MIO sin reloj y cruzar calles con más fe que normas.
¿Cómo llegamos aquí? Sin prisa, sin dirección y con poco más que........
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