Prender la luz de la esperanza
Debemos decirlo con franqueza: lo que hemos vivido en Colombia en este gobierno genera cansancio, desesperanza y desolación. Es una sensación de desgaste nacional, como si estuviéramos atrapados en una conversación estéril que no conduce a ninguna parte. Tristemente, y en especial para los jóvenes y los “nadies”, la ilusión de cambio que muchos abrigaron, se ha ido diluyendo en medio de la incoherencia, la confrontación, el “bla, bla, bla” y la ineficacia.
Si uno analiza con rigor las actuaciones del gobierno, el balance es desalentador. Muy pocos resultados y mucho de destrucción. La reforma a la salud es ejemplo claro: ni logró consensos técnicos, ni ha conseguido avanzar exitosamente, pero sí provocó salidas de funcionarios, ruptura con aliados y un enorme vacío en la gestión del sistema. Lo más demoledor, es que en la destrucción genera un drama humanitario de enormes........© El Nuevo Siglo Bogotá
