Trump le da una mano a Lula al subirle los aranceles
Uno de los principales afectados es el propio gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, del partido Republicanos, y una de las principales cartas de la derecha con vistas a la presidencial del 4 de octubre de 2026, dado que Bolsonaro seguramente estará impedido de competir en ella.
Por paradójico que parezca, el anuncio hecho el 9 de julio pasado por Donald Trump, de que subirá los aranceles de los productos de importación brasileños que entren a su país a partir del 1 de agosto próximo, en un 50% para todos ellos, puede terminar por asegurar la reelección de Luiz Inácio Lula da Silva en los comicios previstos para 2026.
Las razones esgrimidas para esta inusual medida son básicamente tres: la intención de “rectificar las graves injusticias del régimen actual” de intercambio comercial, las que –a juicio de Trump– perjudican notablemente a su país; el deseo de terminar “inmediatamente” la “caza de brujas” que, en su opinión, sufre su amigo, el expresidente Jair Bolsonaro, sometido a proceso por la Justicia brasileña por un intento de golpe fallido, luego de haber perdido en las urnas la posibilidad de reelegirse como mandatario, a fines de 2022; y procurar poner coto a “los maliciosos ataques de Brasil” a la libertad electoral y de expresión que se manifestarían a través de “órdenes de censura secretas e ilegales emitidas contra plataformas de redes sociales estadounidenses”, a las que el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, y, en particular, el magistrado Alexandre de Moraes, habría atacado, restringiendo sus acciones y amenazándolas con severas multas.
Pero Lula se anticipó a Trump y el 7 de agosto, al concluir la XVII cumbre de los BRICS, que se realizó en Rio de Janeiro, ya había echado a andar una estrategia defensiva preventiva.
Al tanto de que Eduardo Bolsonaro, el tercer hijo de Jair Bolsonaro, hizo un intenso lobby ante Trump para que Washington enviara mensajes contundentes a Brasilia tendientes a aliviar el proceso judicial que se sigue contra su padre, por alimentar los disturbios del 8 de enero de 2023 que pretendían reinstalarlo en el Palacio de Planalto, Lula no se amedrentó y fue meridianamente claro al enfrentar a su colega estadounidense.
“No me parece algo muy responsable ni serio que el presidente de un país del tamaño de EE.UU. amenace al mundo en Internet –dijo, aludiendo a unos posteos previos de........
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