Quizás la última oportunidad…
Jesús Gutiérrez Rebollo fue un militar mexicano que, con el grado de General de División, en diciembre de 1996 asumió la dirección del Instituto Nacional para el Combate de las Drogas en su país. El nombramiento coronó una brillante carrera desarrollada principalmente en tareas de inteligencia y, sobre todo, de combate al narcotráfico. Era, quizás, el militar más destacado en esa área y su nombramiento pareció a todos un justo reconocimiento a una trayectoria que lo convertía en el “zar antidrogas de México”. Sin embargo, en febrero de 1997, sólo dos meses después de ese nombramiento, fue arrestado y procesado por delincuencia organizada, corrupción, lavado de dinero y abuso de poder y finalmente, en 1999, condenado a 40 años de prisión. Falleció en 2007, mientras cumplía su condena.
Luego de conocer su historia, muchos quizás piensen que se trata sólo de otro ejemplo de los extremos a que puede llegar la corrupción en México. Se equivocan. La corrupción en México no es más grave que la que es posible encontrar en cualquier otro país latinoamericano y el anterior no es un ejemplo de extremos de corrupción, sino de los extremos a los que puede llegar el crimen organizado cuando se asienta en un país. El ejemplo de que nada escapa a su influencia, de que casi todo queda bajo su sombra.
Las últimas semanas han sido pródigas en situaciones frente a las cuales un chileno medio probablemente haya exclamado ¡esto es demasiado! O quizás ¡esto sí que es el fin! Pero no es demasiado, más bien es poco. Ni es el fin, es apenas el comienzo. Que unos sargentos del Ejército hayan descubierto que en un entorno en el que todos parecen enriquecerse ellos podían también hacerse de un ingreso llevando unos bultos sin preguntar de dónde venían ni adónde iban, es algo que cualquiera habría podido prever. Que unos cabos de la Fuerza Aérea, de buen grado o presionados para ello, hayan hecho lo mismo, tampoco puede llamar demasiado la atención. Que un despiadado asesino haya sido dejado en libertad puede deberse a un error, casi un malentendido........
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