¿Y si el aula no es el problema?
Pero no, señores.
La educación es más bien como una cena elaborada por un chef con experiencia, conocimiento y propósito. Un plato pensado para nutrir, para formar paladar y carácter, no para ser cambiado cada vez que al comensal se le ocurre que está muy salado, muy simple o muy “traumático”. No es cuestión de gusto. Es cuestión de nutrición formativa.
La educación es un sistema hecho de carne y hueso, millones de personas que la sostienen con más voluntad que recursos. Maestros que madrugan y se acuestan tarde, padres que exigen pero no educan,........
© El Informador
