El monopolio amarillo de Santa Marta
Santa Marta al ser la ciudad más antigua de Colombia, bendecida por la Sierra y el mar, debería ser símbolo de orgullo, orden y progreso. Empero, cuando hablamos del transporte público individual, la realidad nos golpea con la fuerza del sol del mediodía: ¡el servicio de taxis en la ciudad es un desastre! Es costoso, deficiente y, lo más grave, se ha convertido en una muestra viva de cómo la desidia institucional puede normalizar el abuso y disfrazarlo de costumbre.
Hoy el samario paga una carrera mínima que ronda en los ocho mil pesos ($8.000 COP) por trayecto, que muy rara vez superan el kilómetro. Un total absurdo. Pues en ciudades más grandes como Bogotá, D.C. o Medellín, donde las distancias son mucho mayores y el tráfico más intenso, el valor de la carrera mínima es similar o incluso menor.
El primer saludo que reciben los turistas al bajarse del avión, es el pago de cuarenta mil pesos ($40.000 COP), como mínimo, del trayecto del aeropuerto a la ciudad.........





















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