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Diez razones para votar en las elecciones municipales del 27 de julio

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12.07.2025

En las presidenciales del pasado 28 de julio de 2024, el poder electoral dio como ganador al candidato oficialista, un sorprendente e inesperado resultado contrario a las encuestas preelectorales, a las mediciones a boca de urna, y a las actas en manos de los testigos de la oposición. La Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia ratificó este resultado sin que antes se publicaran las actas desagregadas por mesas y centros electorales que comprobaran la veracidad de la totalización anunciada.

Cuando esto se repite una y otra vez, el elector percibe que su voto no tendrá ningún efecto en el resultado y decide que no volverá a votar. De hecho, se han vuelto a escuchar las consignas abstencionistas y desmovilizadoras que dicen: “en Venezuela se vota, pero no se elige”, “participar en las próximas elecciones es convalidar la farsa electoral del régimen”, “no voy a votar porque no quiero que me vuelvan a robar el voto”.

Esto es lo que la psicología llama la desesperanza aprendida, un concepto que analiza y describe un estado mental en el que una persona -expuesta a estimulaciones aversivas que no puede controlar-, aprende a comportarse pasivamente, al ver que es inútil su acción para cambiar un resultado no deseado.

Justamente, el deterioro de las condiciones electorales forma parte de las estimulaciones aversivas que el elector descontento no puede controlar y se revela como una eficaz estrategia del gobierno para implantar la desesperanza aprendida en el mapa mental de los electores venezolanos. En esencia, se trata de un mecanismo de........

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