Paladines del agua
Barquisimeto caminó desde las enfermedades y tribus belicosas a la tranquilidad que le brindaban las laderas del bosque Macuto, a los pies de un Río Claro que bajaba de las montañas y al lado de un Río Turbio que en su corriente traía barro arrancado de las tierras secas.
En ese remanso de paz entre la brisa fresca que soplaba desde las estribaciones de los Andes y el sol mordiente con sus crepúsculos del poniente, Barquisimeto tenía sus necesidades de agua cubiertas y tanta bonanza topográfica hizo que su poblamiento se intensificara y expandiera por la inmensa meseta del semiárido, con el problema colateral que el suministro de agua se convirtiera en una carencia dramática.
La búsqueda constante para enfrentar esta carencia ha sido a lo largo de la historia de la ciudad, desde las décadas intermedias del siglo XX hasta ahora, un gran motivador para la organización y su correspondiente movilización.
Y en verdad si hacemos un repaso de las luchas civiles, por encima de la política aunque la incluye pero en segundo plano, ha sido la necesidad de lograr un abastecimiento seguro de agua para la población de Barquisimeto y su agregado Cabudare, ciudad esta última que se fusionó a la capital........
© El Impulso
