Andrés Riera Silva
Los hombres del desierto construyen imperios para triunfar sobre la soledad. Los caroreños somos hombres que para vencer el secano hemos construido un universo cultural propio donde las referencias no tienen geografía sino conceptos, por eso no sentimos que Barquisimeto está más cerca de París o Londres, simplemente porque nuestra cosmogonía se estructura en base a las ideas y no en las jerarquías tangibles.
Y esta perspectiva no nace del engreimiento o la vanidad de campesinos exitosos sino de la urgencia ontológica de tomar contacto con la totalidad para no morir en el tedioso aislamiento del verano circular. Y eso de andar mirando siempre el mismo entorno para desde esta observación repetitiva, entender la diversidad contenida en lo fenoménico, es una condición filosófica que para bien o para mal ha caracterizado el pensamiento caroreño.
Impetrado de este aserto es que Pastor Ramírez Herrera se explica que en Carora haya existido un Chío Zubillaga y que antes de él alguien de su misma vocación universalista como lo fue Andrés Riera Silva. Y precisamente podemos apreciar la valía de este último gracias a que el primero lo estudia y califica sus aportes como un legado importante para la posteridad, haciendo especial énfasis en lo relativo a los aspectos educativos, los cuales estudió de manera organizada y fecunda Riera........
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