No nos crea pendejos
La muerte de Vargas Llosa me llevó en la Semana Santa a releer dos de sus novelas. La primera La fiesta del chivo (2000) y la segunda Tiempos recios (2019). En los dos textos circulan los dictadores y terminan muy mal en medio de su incredulidad. En ambos libros, los dictadores pasan por encima de las reglas, de la justicia y creen que son propietarios del pueblo. Desconocen que el pueblo siempre será gobiernista y que cada 4 años en las elecciones ese mismo pueblo que los eligió y les gritó vítores y loas, son los que terminan haciendo lo propio son su sucesor.
Gustavo Petro ha mostrado en sus años de gobierno una actitud dictatorial. Desconoce las instituciones y no tiene límite alguno. El último episodio se dio al desconocer el fallo de tutela del Consejo de Estado del 11 de abril por el cual se limitaba la emisión de sus “circenses” consejos de ministros en los canales........
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