Quien la haga que la pague
AMLO captó perfectamente, después de múltiples recorridos por el paÃs, qué era lo que más le dolÃa a los mexicanos. Y hábilmente convirtió ese enojo social en su bandera: combatir la maldita corrupción.
Deshonrosamente encabezamos, por muchos años, los primeros lugares entre los paÃses más corruptos. El abuso de los poderosos para obtener beneficios, en detrimento del interés colectivo, fue el deporte más practicado en México.
No importaba la posición, ni el grado de influencia. Si la familia presidencial salÃa multimillonaria, el jefe de departamento de la oficina gubernamental más modesta o el regidor del municipio más humilde, copiaba la operación. El polÃtico mexicano robaba, salvo honrosas excepciones.
Llegó la izquierda al poder en........
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