Sin mujeres seguras y libres, no hay paz
La paz no empieza con tratados ni discursos solemnes. Comienza en casa, donde una mujer puede vivir sin miedo. Sin mujeres seguras y libres, no hay paz posible. Y sin su voz y experiencia, toda polÃtica de paz está condenada al fracaso.
México escribe hoy un nuevo capÃtulo. Lo encabeza una mujer que lo dijo claro: âNo llegué sola. Llegamos todasâ. Esa frase no solo emociona: marca un parteaguas. Porque cada mujer que se organiza es polÃtica pública en potencia. Y cuando una mujer se une a otra, no pide favores: exige derechos. Garantizarlos no es concesión: es construir la paz desde la raÃz.
La creación de la SecretarÃa de las Mujeres fue una decisión histórica. De hablar sobre ellas, pasamos a hablar con ellas. Claudia........
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