¿Gentrificación?, pregúntenle a Mancera, él tiene los planos
Por más que lo quieran maquillar con palabras como ârevitalización urbanaâ o âdesarrollo sostenibleâ, el boom inmobiliario que vivió la Ciudad de México durante el gobierno de Miguel Ãngel Mancera fue, en el fondo, un negocio redondo para unos cuantos⦠y un despojo lento y silencioso para miles.
En su sexenio (2012-2018), la metrópoli fue entregada con moño al capital privado. Los permisos de construcción llovieron en zonas ya saturadas; las normas se retorcieron a gusto de los desarrolladores; y las colonias populares quedaron fuera de la ecuación.
La historia es conocida, pero sigue doliendo: bajo la administración de Mancera, se consolidó un modelo excluyente: una ciudad dividida entre zonas revalorizadas para inversionistas âRoma, Condesa, Juárez, Del Valleâ y otras profundamente olvidadas en Iztapalapa, Tláhuac o Gustavo A. Madero.
El cemento avanzó, sÃ, pero también el desarraigo, la especulación y la desigualdad. Mancera no inventó la gentrificación, pero la llevó a su punto........
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