Es cierto que en los años recientes, algunos bancos han quebrado o les ha sido revocada la licencia bancaria por no cumplir con la regulación, pero ello no significó un gran problema para los ahorradores, ahí tiene desde el primer banco que nació de la unión de Crédito Nuevo Laredo, el Bicentenario, Accendo banco, hasta Banco Ahorro Famsa, con un mayor número de clientes, donde más del 90 por ciento recuperaron el equivalente a las 400 mil Unidades de Inversión (Udis) de sus ahorros.

Sin embargo, en el caso de las cooperativas y sector popular, el panorama es muy diferente, “pega” de manera directa en muchos casos a los que menos tienen y es algo que viene pasando desde siempre.

Recordemos los fraudes sucedidos allá por el año 2000 en las cooperativas, como el famoso arbolito y que originó una regulación más estricta, naciendo también la Ley de las Sofipos y la de las cooperativas de ahorro y préstamo, para buscar tener las autoridades una mejor vigilancia de ellas.

Sin embargo, muchos de los fraudes van también de la mano de la falta de educación financiera, ya que se confía en entidades que no forman parten del sistema financiero y que ofrecen altos rendimientos o esquemas piramidales, como el de XY Booster, aunque también hay otros que aún bajo un marco legal, como fue el caso de Ficrea y ahora CAME, ofrecían altos rendimientos y las personas depositaban todos sus ahorros confiando en la vigilancia de las autoridades, dejando de lado que su “seguro” de depósito es de sólo alrededor de 25 mil UDIs, menos de 200 mil pesos.

En el caso de CAME, vigilada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), a cargo de Jesús de la Fuente, todo indica que el problema se........

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