México: un país que no cabe en una sola foto
México nunca ha sido una economía uniforme. Es, más bien, un mosaico de realidades, un conjunto de contrastes que conviven y compiten todos los días.
Lo digo porque el crecimiento de 0.6 por ciento del PIB anual, confirmado ayer por el INEGI, esconde tras de sí diferencias profundas.
Es el mismo país que fabrica autos de última generación en Coahuila y, al mismo tiempo, intenta —con enormes retos— impulsar trenes turísticos en plena selva maya.
El mismo que exporta electrónicos desde Jalisco mientras conecta polos energéticos desde Dos Bocas. Ese mosaico económico es hoy más visible que nunca.
Y al observar cada una de sus piezas, no solo emerge la complejidad geográfica, sino también la urgencia de construir una visión que logre integrar sus distintas velocidades.
Durante la última década, el norte del país y la región del Bajío se han consolidado como auténticos motores del crecimiento.
Industrias como la automotriz, aeroespacial, electrónica y de autopartes han florecido, convirtiéndose en pilares de una economía exportadora y altamente competitiva.
Estados como Nuevo León, Coahuila, Guanajuato y Querétaro no solo han atraído inversiones multimillonarias, sino que han........
© El Financiero
