La efímera unión de la UNIR
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Durante la primera mitad del siglo XX, liberales y conservadores tenían claras sus diferencias. A partir de la década de 1920 el liberalismo se preocupó por definirse como un partido legal, dado a las concesiones pragmáticas y alejado del apego doctrinario. Durante la Convención de Ibagué de 1922 se delineó el futuro del partido que, en cabeza de Alfonso López y Eduardo Santos, defendió la adaptabilidad y la flexibilidad doctrinaria. En el “Semanario Sábado”, Carlos Lozano y Lozano explicó que “el liberalismo no pretende… ofrecer a los hombres la imagen perfecta de una sociedad feliz ni pretende constituir tampoco un orden insuperable, satisfecho de no rectificar. Ofrece tan solo instrumentos de acción destinados a obtener que los pueblos estén siempre mejor que ayer”. En otras orillas, el Partido Conservador hizo alarde de su apego a la........
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