Nuestro sino de muerte al contradictor
Audio generado con IA de Google
0:00
0:00
Humberto de la Calle canta verdades del corazón de los colombianos: “No más, carajo, no más!”-exclama. “¿O sea que deseamos que el odio sea nuestra canción de cuna? No, señor Uribe. No puede condenar a un expresidente porque asiste a las honras fúnebres de un joven político. Razón tiene Petro cuando se duele por ser acusado de manera injusta de ser el autor del magnicidio. Pero eso no lo exime de pedir perdón por sus tres años destruyendo desde el frontispicio de la jefatura del Estado la honra de sus opositores, dibujando una sombría historia de Colombia al amaño de su consigna de linchar a quienes discrepan”.
Y con Sergio Jaramillo se hace eco del repudio al alevoso asesinato de Miguel Uribe, figura saliente de la oposición. Su muerte, dicen en misiva común, es un durísimo golpe al Acuerdo de Paz, a su propósito de romper el vínculo entre política y armas; de dar garantías al ejercicio de la política, en particular........
© El Espectador
