En el alumbrado navideño que acaba de encenderse en Pereira a los destellos multicolores les hacen sombra tinieblas de prodigalidad, incompatibles con el manejo eficiente de los recursos públicos; pues su inversión exorbitante, $11.828 millones, es más del doble de los $4.955 millones que costo el año anterior.

Partamos de que el proceso que condujo al contrato mediante el cual se entregó en concesión la administración integral del alumbrado público de la ciudad estuvo marcado por irregularidades y falta de soporte. El Acuerdo 020 de 2024, que autorizó la concesión, fue aprobado en circunstancias atípicas: en una sesión nocturna en un día festivo, minimizando el debate público, su exposición de motivos carecía de argumentos sobre la necesidad real de privatizar el servicio frente a alternativas más eficientes, como la gestión pública directa; en lugar de involucrar un privado en la prestación del servicio.

Al otorgar la concesión el gobierno de la ciudad no solo omitió ese análisis, sino que, fue sordo al mandato del Artículo 2º de la Ley 1508 de 2012, que señala que las concesiones de que trata la Ley 80 de 1993, están comprendidas dentro de las Asociaciones Público- Privadas, APP, y en esa condición, por disposición de la Resolución 3656 de 2012 del Departamento Nacional de Planeación, DNP, el proyecto de concesionar el alumbrado público de Pereira debió haberse sometido a un “Comparador Público Privado” que es una herramienta de referencia y de uso obligatorio, que contrasta el costo total de un proyecto........

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