NO QUIEREN UN REY NI UN TIRANO
Humberto Tobón
Las imágenes son impresionantes. Millones de personas en Estados Unidos y en las grandes capitales del mundo salieron el fin de semana a protestar, nuevamente, contra Donald Trump y contra las instituciones que le han permitido atropellar los derechos ciudadanos y pasar por encima de la Constitución norteamericana.
La mayoría de magistrados republicanos, con una tendencia ultraderechista, le han facilitado a Trump hacer lo que quiera en contra de los migrantes, de la prensa, y de los abogados, jueces y fiscales. La mayoría conservadora mira con fascinación las tropelías que comete el presidente de Estados Unidos y cuando alguna autoridad estatal intenta frenar sus desafueros, de manera expedita emite decisiones permitiéndole actuar libremente.
Algunos de esos ancianos magistrados han sido denunciados por la prensa por actos de corrupción comprobados. Tal vez, por su catadura moral, es que ellos han salvado a Trump de varias investigaciones e incluso han echado para atrás algunas sanciones legales, especialmente relacionadas con indemnizaciones multimillonarias que debería pagar.
También los congresistas republicanos le han otorgado a Trump poderes reservados al Congreso, para que legisle desde el salón Oval. Hoy Trump puede declarar guerras, imponer aranceles, regular el comercio internacional, nombrar funcionarios a discreción, definir los gastos de los fondos públicos y aprobar tratados, sin que el Senado y la Cámara intervengan.
Esencialmente, quien gobierna a Estados Unidos no es un presidente controlado por los otros poderes públicos, sino un déspota, que le está haciendo un daño irreparable a ese país y ha creado un caos en el orden........





















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