Del Laberinto al Sentido
Jorge Luis Borges, al afirmar que “todo lo que le ocurre a un hombre es un instrumento”; plantea una visión en la que la vida entera se convierte en taller. El escritor, y por extensión, todo ser humano, está llamado a transformar lo vivido, incluso lo más trivial o doloroso, en un material con sentido. La ceguera que apagó sus ojos no lo redujo al silencio, lo condujo, hacia una luz distinta, la de la memoria y la imaginación. En su visión, la existencia no es línea recta, sino laberinto; no es calendario, sino archivo secreto en el que cada derrota, cada azar, cada sombra se vuelve símbolo.
Sin embargo, esta concepción borgiana, aunque inspiradora, puede quedarse en un plano estético. Convertir el sufrimiento en literatura, o la herida en metáfora, ciertamente redime el dolor de la insignificancia, pero no necesariamente lo cura ni lo trasciende. Aquí surge la tensión: ¿basta con hacer del dolor belleza, o necesitamos que el dolor mismo sea redimido?
En el contexto actual, esta mirada resulta especialmente desafiante. Vivimos en una cultura que muchas veces busca ocultar el dolor: se maquilla en redes sociales, se anestesia con consumo, se evade........





















Toi Staff
Gideon Levy
Tarik Cyril Amar
Stefano Lusa
Mort Laitner
Sabine Sterk
Robert Sarner
Andrew Silow-Carroll
Ellen Ginsberg Simon
Constantin Von Hoffmeister
Mark Travers Ph.d