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“Pastores vulnerables”

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13.10.2025

Padre Pacho

Los suicidios recientes de Don Mateo Balsano en Italia y del Padre Rafael Ciro en Estados Unidos no son simples titulares de prensa. Son heridas profundas que sacuden a toda la Iglesia y nos obligan a mirar de frente una realidad incómoda: “la depresión en los sacerdotes”.

Es importante decirlo con claridad: la depresión no es falta de fe ni debilidad vocacional; es una enfermedad real, con raíces biológicas, psicológicas y sociales. Reconocerlo es un acto de justicia y de auténtica caridad pastoral. Porque el sacerdote, aunque elegido por Dios, sigue siendo un ser humano, con su historia, con luces y sombras, con fortalezas y fragilidades. La fe sostiene, sí, pero no vuelve inmune al dolor del alma.

El ministerio sacerdotal, con toda su riqueza, también trae cargas que pueden ser muy pesadas. Está la soledad no buscada de quien, aun rodeado de fieles, carece de un espacio seguro donde compartir sus luchas; están las exigencias constantes de comunidades que piden y consumen, pero que pocas veces escuchan o comprenden; está también el peso de la autoexigencia: querer darlo todo y sentir que no se alcanza, lo que genera frustración, miedo y........

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