El desestimado día del padre
(Pbro. Diego Augusto Arcila Vélez
Hoy es el día de papá, curiosamente no se ven tantos avisos publicitarios para celebrarlo, no hay invitaciones a visitar restaurantes, y el comercio funciona a “media marcha”, sin promociones ni grandes avisos: “¡Vengan hoy a celebrar el día del padre!”. ¿Por qué es distinto al día de mamá? ¿Por qué no hay filas en los restaurantes? ¿Por qué no los complacen con canciones hoy? Algo anda mal, su figura está en “vía de extinción “, y esto debe preocuparnos sobre medida. Lo primero que tenemos que reconocer es esto: que el padre debe estar presente en la familia. Un buen padre en la familia sabe esperar y sabe perdonar desde lo profundo de su corazón. Sabe corregir con firmeza, sabe proteger sin limitarse.
El ADN de las tierras arrieras de las cuales somos herederos en el eje cafetero, tiene una visión y lastimosamente una vivencia de la figura de papá muy desdibujada. El papá parece ser el ausente, el que engendra sin responsabilidad, el que abandona, maltrata y es causa de división y hasta odio en las generaciones familiares. Esta figura ha sido alimentada por una cultura patriarcal que ha colocado al hombre en el contexto familiar como el que manda, el que trabaja, da el sustento, y al que todo se le puede permitir; es el varón, el “macho alfa”, el dominante. Una visión cultural y antropológica equivocada........
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