¡Roba, pero hace! ¿cierto?
En Colombia, una imagen en Facebook o una frase en un video de Instagram puede destruir más rápido que una sentencia judicial. Las redes sociales no solo informan: acusan, condenan y ejecutan reputaciones. Y lo hacen al ritmo de los “likes”, sin contexto ni verificación. Muchos comparten sin pensar, sin detenerse a leer más allá del titular. Este texto es para quienes aún se toman un segundo para cuestionar antes de juzgar.
Aquí, como dice el dicho, una investigación no se le niega a nadie. Pero eso no significa que toda persona investigada sea culpable. La diferencia entre un error administrativo y un acto de corrupción parece haberse borrado del mapa público. Ya nadie distingue entre el funcionario que se equivoca al firmar un documento técnico y aquel que roba de forma sistemática. Porque en los medios y redes, investigado ya es sinónimo de corrupto.
Y ojo, que no se trata de defender partidos: en la lista de condenados (o de los que es vox populi que lo son ) hay nombres del Polo Democrático, del Centro Democrático, del Pacto Histórico, de los Verdes, de los liberales, conservadores… Nadie se salva. La corrupción es transversal y descarada. La culpa no solo es del corrupto o corrupta. también lo es del voto ciego.
A veces, la corrupción no es esa figura lejana del noticiero. Es el familiar que ocupó un cargo, el vecino que firmó contratos con sobrecostos, el conocido que guarda silencio porque “eso siempre ha sido así”. Como pasa con el narcotráfico, parece que no hay familia, barrio o red de conocidos que esté completamente a salvo. Y lo más grave: quienes antes fueron cómplices hoy se rasgan las vestiduras, fingen indignación, olvidando que en estos pueblitos/ciudad todo se sabe.
Porque el verdadero corrupto o corrupta no deja huella. Su expediente está limpio, sus firmas ajustadas a derecho, sus obras entregadas a tiempo. No le gustan los escándalos: prefiere obras pequeñas, medianas, contratos a dedo. Roba sin ruido, pero con técnica. No improvisa, calcula. No falla, factura. En síntesis cínica: ¡roba pero hace! ¿cierto?
En cambio, hay funcionarios que no son corruptos, pero cometen errores. Firman actas basados en........
© El Diario
