¿Condenados a la polarización? ¡No!
En tiempos donde la política parece más un campo de batalla, aquí y en https://www.youtube.com/@oparraanaliza ni se odia ni se ama a nadie por consigna. No interesa alimentar trincheras ideológicas. Si vino buscando fuego cruzado, está “fuera de lugar”.
Encontramos, con frecuencia alarmante, comentarios que rozan lo delirante. Excelentes barbaridades, como diría alguien con humor. Y en medio de ese ruido, aparece una voz lúcida: Juanita León, periodista seria, rigurosa, y propietaria de https://www.LaSillaVacía.com Su artículo “No estamos condenados a la polarización” no sólo es oportuno, es urgente.
León parte de una premisa honesta: no hay certeza de que el asesinato de Miguel Turbay esté directamente vinculado a la polarización. Pero sí hay un contexto que no podemos ignorar. El discurso de odio, la lógica de “ellos contra nosotros”, está calando hondo. ¡En el mundo! Y aunque la polarización es real, también es minoritaria. La mayoría estamos en el centro, aunque no siempre lo parezca. Ella recoge estrategias sobre este tema:
*Moderados ruidosos: una fuerza silenciosa que debe alzar la voz: Propone algo que suscribo sin titubeos: hay que amplificar a los moderados ruidosos. Aquellos que nunca nos alineamos ciegamente con ningún extremo, pero hablamos, construimos puentes, e incomodamos los fanatismos. Sí, me cuento entre ellos. Y usted, lector, probablemente también. La polarización se alimenta de silencios. De la idea de que discrepar es atacar, lo cual es falso: Discrepar es sano. Es........
© El Diario
