LA SOLTERÍA
Neverg Londoño Arias
En sus comienzos el mundo había sido pensado desde la vida en pareja y la formación de familia, requisitos sociales ineludibles de la cultura patriarcal. Quienes deseaban permanecer solos o solas, escogían la vida conventual donde monjes y monjas se dedicaban al culto ofreciendo sus votos de castidad, obediencia y pobreza; previo a la vinculación definitiva en rituales de casamiento y entrega a la divinidad: abandono del mundo material para dedicarse a la contemplación de lo espiritual. El celibato de los clérigos es esa misma renuncia de carácter voluntario para quienes desean recibir las órdenes sagradas; en muchas religiones es la ofrenda del desapego. El celibato también se hace propio de personas que desean adoptarlo como una opción de vida y puede ser forzoso en casos patológicos de esclavitud y dependencia.
La vida en soledad tiene su manifestación más común en la soltería, negación de un implícito mandato social de vivir en pareja y conformar una familia. Solteros y solteras fueron en su momento estigmatizados y burlados como “beatos, beatas, solteronas y solterones”, pero la evolución social logró colocarlos en el sitial de lo normal y apetecible. Estar solo es una forma de vivir desde un estado civil en el cual se renuncia a la vida con una........





















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