Caminos
Pereira es una ciudad joven en la que aún la historia se cuenta con episodios recientes. Fue hecha por sus gentes. Algunos herederos de su pasado hicieron nombre y fortuna; pero fueron héroes anónimos sin pergaminos ni pedestales, dueños de un alto sentido de pertenencia quienes construyeron los caminos que le dieron vida a la ciudad e impulsaron su desarrollo.
La vía hacia el oriente era un largo sendero que se iniciaba en la calle primera, conectaba con la vía a La Florida y de allí a la laguna del Otún. El lugar de descanso de las largas jornadas a pie estaba en “Libaré”, un barcito que daba nombre al lugar. En terrenos cercanos se construyó el primer estadio de fútbol. Un barranco que aún existe, era palco de honor cuando la policía lo permitía, porque desde allí se abarcaba con una sola mirada toda la cancha.
La carrera novena se prolongaba hasta la calle primera en el Dancing, cerca a Ventorrillo. El lugar hacía de terminal del tranvía. El otro extremo se encontraba en la calle 38 con carrera séptima, diagonal a la Plaza de Ferias: predios para estacionamiento cerrado y talleres. El tranvía atravesaba la ciudad de occidente a oriente y vivecersa. Tomaba la carrera séptima hasta la calle 25, giraba a la carrera octava con un recorrido hasta la calle 10, de allí, hacia la carrera novena que........
© El Diario
