LA SEMILLA QUE ÁRBOL SE VOLVIÓ
Esa que se encontró en el camino y que gracias al viento iba rodando, mezclada entre las piedras y la maleza, surgió con la misma fuerza con la que se comete un agravio, con la convicción de buscar la luz del sol, ascendió hasta donde ninguna rama pueda bloquear sus rayos. Brotó con arrojo, pese a la tormenta y sus estragos, se mantuvo constante durante la sequía, aún cuando los tiempos fueran malos. La semilla despertó a la vida, tocando el cielo y clavándose abajo, un acto de fe en lo invisible tocó su centro, echó raíces y se extendió alto.
El brote se convirtió en planta, adornando con su presencia el espacio, mientras las hojas de sus ramas iban asomando, surgió también la memoria que hizo de su evolución un momento sabio. Aunque frágil, ya tiene forma, y la certeza de hacia dónde crecer, la intención correcta y el........
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