Una ley ridícula
Iván Tabares Marín
Gustavo Petro acaba de sancionar como ley de la República un adefesio “por medio del cual se modifica la ley 1616 de 2013 y se dictan otras disposiciones en materia de prevención y atención de trastornos y/o enfermedades mentales, así como medidas para la promoción y cuidado de la salud mental”. Es la ley 2460. La norma es antitécnica, garantista, mamerta, inconstitucional y ridícula.
Es antitécnica porque se basa en el desconocimiento de los determinantes de las enfermedades o trastornos mentales, muchos de origen genético, como la esquizofrenia, la enfermedad bipolar y el autismo, en cuya prevención nuestra medicina no puede hacer mucho y, menos, el ministerio de Educación.
Es garantista. Nadie puede garantizar a los ciudadanos la salud mental como un derecho fundamental. Eso implicaría millones de demandas contra el Estado porque muchos de esos trastornos mentales no tienen cura. Un sicópata nunca se cura, aunque reciba mucho amor como propone Petro.
Es una ley mamerta. Recordemos que la garantía de los derechos humanos hace parte del libreto de la izquierda expresado en el proyecto de constitución aprobado por una asamblea con el 75 por ciento de izquierdistas y que fue rechazado por el 60 por ciento de los chilenos en 2022. Los proyectos de ley presentados por el gobierno actual son garantistas.
Es una ley mamerta, además, porque está orientada a pervertir a los niños con el enfoque de género que, según el Acuerdo de paz, es transversal al ordenamiento jurídico colombiano. Entregar funciones de........
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